lunes, 15 de agosto de 2016

Inseguridad ciudadana es mafia policial principalmente. Delincuente, narco y mafia policial son una y la misma cosa. Generales y Comisarias policiales, no sirven absolutamente en Perú


Inseguridad ciudadana es mafia policial principalmente. Delincuente, narco y mafia policial son una y la misma cosa. Generales y Comisarias policiales, no sirven absolutamente en Perú. Mi artículo en el portal madrileño @Neupic para el mundo

https://neupic.com/articles/inseguridad-ciudadana-es-mafia-policial-principalmente


Inseguridad ciudadana es mafia policial principalmente

Delincuente, narco y mafia policial son una y la misma cosa. Generales y Comisarias policiales no sirven absolutamente en Perú




Buenas intenciones aparentemente, le vemos al flamante ministro del interior Carlos Basombrío (CB), al anunciar sus inmediatas medidas, a fin de combatir supuestamente la terrible inseguridad ciudadana que sufrimos día a día en Perú; pero en verdad de verdades, nos huele a continuismo solamente, con otro pantalón, zapatos y camisa, pero continuismo puro y duro, y no más.



Al parecer al gobierno de PPK ya lo frenaron los grupos de poder delincuencial disfrazados de autoridad; al parecer las terribles y temibles mafias policiales ya metieron mano en palacio de gobierno y al ministro del interior CB que parecía un torito bravo y antes de juramentar el cargo, ahora parece un buey cansado y a las pocas horas de juramentar su cartera.



CB declaró, antes de asumir su despacho ministerial, que volvería a reinstalar a la tan alabada: Policía de Investigaciones del Perú, es decir, la tan respetada PIP, pero ahora, con el fajín ministerial ceñido, se ha callado en mil idiomas; también  dijo CB, --antes de asumir el mencionado ministerio--, que habían muchos generales en la Policía Nacional del Perú (PNP) y que haría una reforma policial profunda en dicha materia, pero una vez juramentado como ministro por PPK, se olvidó absolutamente del tema.



Les advertí, sobre el temible sentido común de PPK, eso significa que los cambios de opinión y de dirección, súbitos y sobre la marcha de PPK como de sus ministros, van a ser pan de cada día, como que el sol sale todas las mañanas; les advertí y les dije que, recién conocerían a PPK y a sus voceros y secretarios o ministros, que responden obviamente a su política.



Les advertí, que el fujimorismo como el ppkausismo, son en el fondo lo mismo: ‘Ley del Mercado’ o liberalismo o neoliberalismo puro y duro y a secas, --aunque cholo o folklórico--, en consecuencia, les interesa un pepino la seguridad ciudadana, porque eso no da dinero o millonadas, o mejor dicho, no hay inversiones y negocios en la línea que a esos círculos ‘liberales’ les gusta, por eso es que al liberalismo y al neoliberalismo, solamente les interesa los negocios obscuros o escondidos dentro del sector interior y que mueven millones de dólares y que pueden reportar ganancias oblicuamente –“solapa” le dicen también--, a los hombres de gobierno de turno; así ha crecido los Estados Unidos en el sector de gobierno interior y así se fortaleció también y en forma sólida y segura, la poderosa y multimillonaria mafia norteamericana con su vieja y bien estudiada saga, con ribetes de leyenda y de novela y películas mil. Esa es la dura y pura realidad y probado y comprobado amplia y palmariamente. A buen entendedor pocas palabras.



Está claro y probado, que con el Narcoestado naranja de Alberto Kenya Inomoto y Vladimiro Montesinos en los terribles años 90’ y cuando fueron gobierno, corrompieron hasta la náusea a las FFAA y a la PNP y al periodismo y al PJ/MP y a todo el aparato estatal; vale decir, el fujimorato puso al servicio del narcotráfico y de las mafias organizadas, toda la institucionalidad republicana, lamentablemente eso no ha cambiado mucho, salvo algunos maquillajes, para engañar incautos.



La inseguridad ciudadana de hoy, es la real y material herencia del primer alanato y del fujimorato sin lugar a dudas. Cuando asumió su primer gobierno Alan García Pérez (AGP) inoculó la depredadora bacteria estrellada de la corrupción y mafias policiales: unificó a la policía nacional (PNP), para evitar que existan efectivos poderes policiales investigativos (PIP), asegurando así, que no enviaran a prisión a los miles de  militantes del Partido Aprista Peruano (PAP) que ingresaron al gobierno aprista para robar, desfalcar y faenar descaradamente en contra del Estado peruano, como que así fue y está más que probado.


Fue el maldito alanato, el mismo que castró a la poderosa y eficiente PIP y para ello hundió, desapareció y fundió a los cerebros policiales investigadores, los mismos que hacían temblar a las mafias criminales a nivel nacional, en su lugar, levantaron y promovieron y ascendieron, a mequetrefes, imbéciles y serviles en los altos mandos policiales, para así dejar que se consoliden las mafias policiales vinculadas al narcotráfico y a otros núcleos delincuenciales, que ya venían operando en bajísima escala, pero a partir del gobierno alanista, se politizaron dichas mafias y se empoderaron y el Perú se desgració en ese sector público, eso está más que probado hoy.



No solamente eso, el corruptísimo alanato, usó las escuelas policiales de Lima y las nuevas escuelas policiales regionales, como puertas anchas y abiertas para que ingresen a la institución policial: delincuentes convictos y confesos; hijos, entenados y sobrinos de narcotraficantes; ahijados de criminales de alta monta; súmese a ello, la gran cantidad de policías drogadictos a nivel nacional y que se han infiltrado en la institución tutelar del Estado bajo comento.



Esas mafias policiales son delincuencia pura, que trabaja de la mano con las organizaciones criminales y a nivel nacional, en el hoy por hoy, --aunque es bueno adelantarnos en afirmar, que todavía existen policías honestos y dignos y aun trabajando a duras penas en su amada institución--, y ello se agrava, con el sistema policial militarizado y rígido, en complicidad con el político corrupto o narco; de esa forma se completa la corruptísima asociación ilícita para delinquir de amplio espectro, dentro de la propia institución policial.



Eso quiere decir, que también existen generales corruptos y narcos en muchos casos, esos generales mafiosos tienen sus ‘confiables’ equipos policiales con ‘leales’ oficiales y suboficiales que redondean la maquinaria viciosa que incrementa la inseguridad ciudadana, porque están en tratos directos con el narcotraficante y con organizaciones delincuenciales. Como abogado litigante, con más de un cuarto de siglo de experiencia en temas penales, he visto el rostro del horrible y macabro monstruo muchas veces y sería largo explayarme en el punto: solamente visiten hoy, las comisarías PNP de Lima y Callao, entre otras regiones del interior del país y verán alrededor de dichas comisarias, autos de lujo o nuevos o camionetas 4x4, que pertenecen a policías, que con las justas ganan para comer y mantener mínima familia. Ni que decir, de sus casas y departamentos de lujo y de los negocios que manejan fuera de la institución policial. ¿Quién investiga a los policías corruptos?.



Si el ministro del interior CB, no disuelve esa mafiosa organización policial, --protegida en el hoy por hoy, por muchos partidos políticos y parlamentarios, vinculados también a terribles mafias--,  plagada de generales de la derrota y reyezuelos de la inseguridad ciudadana y en vez de esa tonta y sosa e ineficiente cachaquería policial, la cambia por cerebros policiales, empezando por reinstalar a la gloriosa PIP, pero con nuevo formato, donde se incluyan a profesionales en distintas áreas, en un sistema distinto y diferente de meritocracia en efectividad policial, pero en calles; aunado a una intensa y sistemática aplicación de tecnología policial de prevención y combate del delito, pero debidamente monitoreado por contrainteligencia policial de nuevo cuño, pues creo que no hará mucho el nuevo ministro CB y será paseado y mecido y engañado el nuevo hombre de PPK al frente del MININTER, tal y como es su especialidad preferida de todas esas temibles y terribles mafias policiales bajo comento. Lo dejo ahí.


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