Improvisación y tecnología se
unieron fértilmente con y para el Jazz
Fonógrafo y radio,
fueron poderosas herramientas para posicionar el Jazz y Beiderbecke fue el más
favorecido. Historia del Jazz. Parte XIX
Por: Jaime Del Castillo Jaramillo
El Jazz nace en Nueva Orleans, luego se traslada a Chicago y posteriormente, se anida indefinidamente en Nueva York. Estas fueron las grandes
capitales del Jazz y en diferentes momentos históricos y musicales, sin
desmerecer, las distintas ciudades y Estados, donde se desarrolló muy
aparentemente el Jazz.
Ya quedó escrito con
letras de oro, en la historia del primer
Jazz, la importancia cardinal del poderoso río Mississippi, que cual vital vena aorta, transmitía arte,
creatividad y música, de un punto a otro en la red de sus orillas y puertos,
regando de alegría, genio, música y belleza, las raíces de blues y siempre río arriba, a través de sus legendarios barcos (riverboats)
y hasta el extremo puerto fluvial, luego en tren, hasta su segunda placenta: la
poderosa ciudad de Chicago.
En verdad
de verdades, el Jazz es movimiento y
por lo tanto, nunca estuvo quieto, siempre estuvo moviéndose, tanto en el plano
espiritual, como artístico, como técnico y también geográficamente; siempre en
movimiento, esa es su esencia. Pero no podemos negar que, la diosa fortuna, le
dio mucha suerte en su proceso. El inquieto y siempre disconforme genio fértil
y creativo del blues y el jazz,
encontró un compadre, muy oportuno, idóneo y eficaz para sus fines: El fonógrafo.
El genio y
la vena creativa del jazz de Nueva Orleans, encontró la herramienta
que necesitaba para posicionarse y mostrarse y consolidarse, como los maestros
músicos indiscutibles del género: el fonógrafo.
El fonógrafo, causó un poderoso impacto
social, cultural y musical, sin precedentes; tanto fue así, que para el año de 1909, se construyeron en la tierra de Abraham Lincoln, gran cantidad de cilindros
fonográficos, por un valor que superaba en mucho a 12 millones de dólares y estamos hablando de cifras de ventas al
por mayor; no solamente eso, una década después, las ventas se dispararon hasta
el 400%, con respecto a las ganancias del año 1909 antes mencionadas, lográndose
fácilmente acumular la sorprendente suma de 47’8 millones de dólares.
Obviamente,
la difusión y adquisición masiva de los fonógrafos,
a todo lo largo y ancho de la nación americana, interesó, promovió y alentó a
los músicos de blues y jazz, a crear
y a crear y a ser buenos, excelentes y excepcionales en su arte, a fin de poder
ser convocados y fichados y contratados, por las florecientes industrias
disqueras y llegar así, a grabar sus novedosos temas; las grabaciones de blues
y jazz entonces, aumentaron y crecieron y se reprodujeron, como nunca antes se
había visto.
Nunca olvidemos,
que el gran salto que dio el venerable y pionero ragtime, se debió a la invención y difusión masiva de las pianolas y simultáneamente, a la impresión
y reproducción masiva de las partituras musicales,
tal como lo detallé en otro envío sobre la materia; poco tiempo después y de la
misma forma, la ciencia y la técnica
le dieron la mano al blues y al jazz,
imprimiéndole otro poderoso salto cualitativo y cultural, efectivo y eficiente,
con el popular fonógrafo; y ahí no quedó la cosa, en lo venidero, la imparable
ciencia y tecnología, volvió a darle
otra ola más poderosa y más grande a la música norteamericana, sobre todo en era
del swing y fue a través de las etéreas ondas hertzianas. No lo olvidemos
nunca: siempre que aparece nueva
tecnología aparece también gustos
nuevos en la sociedad.
La Gran Depresión de los terribles años 30’ del siglo pasado, trajo
cambios de todo tipo y calibre y calidad, por ejemplo, el gran público cambió
su gusto por el fonógrafo y se
aficionó grandemente por las transmisiones de radio. Tanto fue así que, en los años 30’, la radio era
la emperadora y la dictadora de masivos gustos musicales, era la gran tirana e incubadora y hacedora y
creadora de estrellas de y para las
multitudes; la radio hechizó a toda
una nación, que pedía y quería y exigía música
en vivo y en directo y de esa forma, la gran tirana radial, dictaba y ordenaba
los gustos musicales del gran público nacional.
‘Bix’ Beiderbecke o Leon Bismark Beiderbecke, (10/3/1903,
Davenport, Iowa – 6/8/1931, Sunnyside, Nueva York), fue el
músico de jazz, que más provecho sacó de
la tecnología aplicada a la música; fue el famoso gramófono Columbia, el que
ingresó al hogar de los Beiderbecke para
1918, cuando residían en la ciudad rodeada de inmensos campos de maíz, Davenport, puerto obligado para los
barcos fluviales y que se encontraba a 1,600 klms., de la capital del Jazz: Nueva Orleans.
Los Beiderbecke de Davenport, eran
reconocida familia musical, ya que a finales del siglo XIX, el abuelo de Bix,
fue director de la sociedad coral Deutsch-Amerikanische.
No había antecedentes de música blues,
ni nada que tenga que ver con el Jazz,
en el entorno de vida del pequeño Bix en su Davenport, hasta que su hermano mayor Charles, regresó a la casa familiar luego de servir a EE.UU., en la
IGM y con él, llegó el fonógrafo con discos del momento, incluyendo
las populares placas de la Original
Dixieland Jazz Band.
Nick LaRocca (11/4/1889, Nueva
Orleans, Luisiana – 22/2/1961, Nueva Orleans), quien fuera destacado compositor
y trompetista, crearía su primera banda, en su ciudad natal Nueva Orleans para
1910, luego tocaría con el juvenil trombonista George Brunis (6/2/1902 – 19/11/1974) y después con la banda de Papa Jack Laine o George Vital, quien
fuera baterista y contrabajista, también
de Nueva Orleans, (21/9/1873 – Jackson, Luisiana, 1/6/1966); Nick LaRocca fue el valioso trompetista
de la Original Dixieland Jazz Band,
quien ejerció una fuerte y profunda influencia musical sobre el infante Bix.
Cuando el niño
Bix anunció a sus padres, su pretensión de querer
convertirse en trompetista de jazz,
sus progenitores no lo podían creer y no podían salir de su asombro, ya que Bix venía estudiando piano en calidad de niño precoz, porque para 1910 el diario Davenport Chronicle publicó
sendo artículo acerca del niño músico
Beiderbecke, donde se informaba que con escasos siete años de edad “es
capaz de tocar de oído al piano cualquier pieza que oiga”.
Como es
fácil colegir, Bix era un fenómeno
de precocidad musical, por lo tanto, la trompeta
la dominó con suma facilidad, aprovechando el oído absoluto musical que
poseía, pero al igual que el mismo Nick
LaRocca y otros muchos músicos, Bix
usó su oído absoluto para no hacer
los estudios formales de trompeta, es más, el gran Beiderbecke nunca leyó música con fluidez.
Beiderbecke en verdad de
verdades, fue indisciplinado y caprichoso, por eso fue que con otros músicos
libertinos, formó su primera agrupación musical denominada los Wolverines, todos
amateurs y desconocidos por cierto, quienes tenían como modelo a los New
Orleans Rhythm Kings; sus primeras presentaciones fueron en locales
pueblerinos donde cogieron cierta fama, fama que por cierto, nunca lograrían en
las consagradas capitales del Jazz
del momento.
Como no podía ser de
otro modo, Bix era el que más
destacaba en su grupo musical, sus notas musicales plenas, redondas, brillantes
y bellas, le granjearon muchos admiradores, como por ejemplo, el mismo Louis Armstrong, quien lo escuchó en
cierta presentación de Bix en Chicago, en la mitad los dorados años
veinte y Pops se expresó así: “Tal
como lo digo: esas notas tan bonitas me llegaban adentro”.
Culminando
el año de 1924, Bix abandona a los Wolverines,
--quienes ya habían tocado en Nueva York--, y se dedicó a tocar como solista y
para cualquier agrupación, --y hasta el terrible año de 1929--. Precisamente es
en ese período, que emerge el conocido “jazz
de Chicago” y en general, la moda jazzística se flexionaba hacia la
improvisación como tendencia muy común y
por lo tanto, el alabado estilo de Beiderbecke
encajó perfectamente en la nueva corriente jazzística antes descrita y que para
muchos sería y es, el jazz
propiamente dicho.
(Fin de la
décimonovena parte)
Lima, 06 de octubre del 2016
Jaime Del
Castillo Jaramillo
Abogado
egresado de la U.N.M.S.M. con más de 25 años de ejercicio profesional y cuenta
con estudio jurídico abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio
profesional; periodista, fundador y director del programa radial y televisivo
‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y cerrado cinco veces en radio); Maestría en
Ciencia Política con la tesis “Pensamiento Político peruano insuficiente y
epidérmico causa de nuestro subdesarrollo político”; Post Grado internacional
en Ciencia Política otorgado por la UCES – Universidad de Ciencias
Empresariales y Sociales de Buenos Aires-Argentina graduado con la tesis:
“Crisis terminal de los Partidos Políticos en el Perú”; catedrático
universitario de ‘Historia del Pensamiento Político”, “Filosofía Política”,
“Metodología de la investigación en Ciencia Política”, “Realidad Nacional”;
“Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.; blogger, comunicador social,
articulista y conferencista.
http://fororepublicanoperu.blogspot.com
@jaimedelcastill
yeagob2@gmail.com
https://www.facebook.com/jdelcastillojaramillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario