Ismael Quintana, el cantante, el compositor, el bolerista y sonero,
elegante artista que nunca usó drogas, y que tiene voz castiza como nos gusta a
los peruanos
Ismael Quintana nació de
causalidad en Puerto Rico, el 03 de junio de 1937, y él mismo lo ha manifestado
así, cuando a su señora madre le impidieron subir al barco de regreso a New
York, porque tenía su embarazo muy avanzado, y tuvo que quedarse en Puerto Rico
donde nace Ismael Quintana y a los 10 días de nacido regresó con su madre a
EE.UU., a su casa y domicilio habitual en New York, específicamente en el Bronx,
de tal forma que Ismael Quintana nunca vivió en Puerto Rico y así lo ha
manifestado expresamente. Y precisa ello, porque musicalmente el mismo
Ismael Quintana ha sentenciado que la música de New York es totalmente distinta
a la música en Puerto Rico, y es más, el célebre cantante y sonero de la
referencia, agradece haberse criado y educado musicalmente en New York.
Fue al terminar la escuela
superior que Ismael Quintana es convocado como bongosero en un conjunto juvenil
que organizaba su amigo Baldy, en ese tiempo vivía en el Bronx, New York. Luego
es llamado por el saxofonista Angel Nater quien manejaba una orquesta
profesional y además era dirigente de la federación de músicos de la isla del
encanto, siendo que dicha orquesta solamente tocaba música instrumental, hasta
que un día el bongosero Ismael Quintana se animó a cantar, y en un lapsus
luminoso e instintivo, deja el bongó y cogió el micrófono y canta, en el famoso
Hotel Taft, en New York (dicho hotel, cada par de semanas tenía, las noches
latinas, con orquestas del momento como la de Orlando Marín, Tito Puente, Angel
Nater, etc.), siendo aceptado inmediatamente como el cantante líder de la
orquesta en mención, y que contaba con cinco saxofones, cuatro trompetas y
percusiones completa, érase 1959 aproximadamente.
Las influencias musicales
directas sobre Ismael Quintana fueron: Tito Puente de New York, el gigante
cubano Vicentico Valdés, el boricua Tito Lara, el célebre y universal “Trío Los
Panchos” de México, el excepcional cubano Fernando Alvarez, siendo su favorito
éste último cantante, según expresó el mismo Ismael Quintana tantas veces
mencionado.
Sus preferencias en el canto,
cuando se inicia nuestro famoso sonero bajo comento, era el bolero, (y nunca ha
variado de preferencia), no se atrevía a entrar a los géneros musicales
rítmicos movidos, porque no se sentía seguro. Pero la influencia del gran
Vicentico Valdés era muy fuerte, toda vez que ese gigante cubano dominaba a la
perfección tanto el bolero como el canto y soneo de los ritmos cubanos muy en
boga en ese tiempo. Además el boricua Tito Rodríguez era otro excepcional y
extraordinario cantante, bolerista y sonero; y ambos, Vicentico Valdés y Tito
Rodríguez, todavía no han sido superados a la fecha, en lo que nosotros
entendemos como salsa en el hoy por hoy (Salsa para nosotros es: música cubana
matriz universal y sus derivados).
Ismael Quintana también admiraba
al gran Vitín Avilés, que asimismo cantaba con excelencia el bolero y los
ritmos cubanos, por cierto, Roberto Faz llamado el ‘cantante de los cantantes’
o ‘el sonero mayor blanco’ de Cuba, era otro gigante de gigantes, que admiraba
demasiado el aprendiz de cantante Ismael Quintana.
Refiere el mismo Ismael Quintana
que admiraba al boricua Tito Rodríguez el gran maestro de maestros de la música
cubana en New York, y que hizo coros para él, que constan en su álbum “Memorias
del Palladium”, y se sorprendió demasiado cuando Louie Ramírez (director
musical de Tito Rodríguez al final de su carrera) le confesó que Tito Rodríguez
lo admiraba, que le gustaba mucho como Ismael Quintana cantaba, fraseaba y
dominaba la clave sonera.
Fue precisamente en el mencionado
Hotel Taft, de New York, donde Ismael Quintana conoció a Orlando Marín, el
célebre maestro timbalero y a su poderosa orquesta, que estaba muy en boga,
Ismael conoció a la orquesta, pero Orlando Marín escuchó al sonero Ismael
Quintana y le gustó su timbre de voz y estilo de manejo de la clave, y lo mandó
llamar a través de Chickie Pérez, -que también tocaba el bongó-, y de Luis
Goicochea que tocaba las tumbadoras, Chickie y Luis, eran sobrino y tío
respectivamente, y estaban como músicos de planta de la gran orquesta del maestro
Orlando Marín, quien tenía al gran Yayo El Indio de bolerista, y al gran
maestro de maestros de soneros: Chivirico Dávila. Obviamente que el ‘greenhorn’
(novato) Ismael Quintana se sintió muy honrado de ser convocado por tremendo
maestro musical del momento.
Bueno es acotar aquí, que entretanto,
Ismael Quintana tocaba bongó con el conjunto de Joe Cariño en el club ‘La
Campana’, y también tocaba el mismo instrumento con el grupo de Miguel Godreau,
luego contrae matrimonio, y después, viene la célebre y famosa reunión musical
con Eddie Palmieri.
Cuando canta Ismael Quintana en
el ensayo de prueba, con Orlando Marín, en ese mismo ambiente se encontraba
presente Eddie Palmieri, a la sazón: el pianista del gran maestro Tito
Rodríguez, y quien escuchó cantar a nuestro cantante de la referencia. (Ismael
Quintana y Eddie Palmieri estudiaron en el mismo colegio la PS 39, o la escuela
pública 39, en el sur del Bronx, pero nunca hicieron amistad ahí). Y luego,
Eddie Palmieri manda llamar a Ismael Quintana, citándolo en la casa de su
hermano Charlie, el otrora famoso pianista de Johnny Seguí; y cuando se
entrevistan, Eddie le cuenta el proyecto de armar una orquesta propia, porque
pensaba dejar al gran Tito Rodríguez.
Ambos dan inicio al proyecto del
exitoso conjunto musical ‘La Perfecta’, donde que Ismael Quintana escribía las
letras o mejor dicho, era el compositor, y Eddie ponía la melodía musical, y
muchos de los temas de ‘La Perfecta’ fueron llevados a Hollywood, como está
bien probado y documentado.
Eddie Palmieri se encargó de
convocar a los músicos de ‘La Perfecta’: Barry Rodgers el mecánico, José
Rodríguez el brasilero, Joe Rivera al bajo, Chickie Perez a las congas, Manny
Oquendo a los timbales, Giorgie Castro a la flauta, y todos eran vecinos, del mismo
barrio, no habían tenido amistad previa, pero eran vecinos del mismo bloque
barrial.
La estrategia musical de Eddie
Palmieri para su primer álbum, donde aparecen en la portada del mismo, con el
auto viejo de Chickie Perez y al costado del puente de Piedrablanca o
Whitestone bridge, pues fue, presentar el sonido de una orquesta, con cuatro
trompetas en primer lugar, presentar otra sonoridad con trompetas y trombones,
y presentar un conjunto con flauta y trombón (la trombanga como la bautizó
Charlie Palmieri), todo en un mismo álbum. En suma se ofrecía una orquesta y un
conjunto en el mismo LP de la referencia.
Ismael Quintana ha sido muy
explícito, preciso y taxativo en afirmar que nunca en sus letras usó alusiones
al consumo de la droga, --(es más, Ismael Quintana ha declarado muchas veces
que nunca usó ni consumió drogas de ningún tipo, y ha sido muy enfático en ello)--,
y que el famoso tema ‘Vámonos pal’ monte’ se refiere, a la injusticia social, y
que invita a la gente a irse con la orquesta a bailar y disfrutar y olvidarse
de la terrible situación económica, social y política, por lo tanto es falso de
toda falsedad que, el tema ‘Vámonos pal’ monte’ signifique ‘vámonos a consumir
droga’; el contenido social de sus letras fue explícito pero elegante en el más
alto nivel con Eddie Palmieri y ‘La Perfecta’, como por ejemplo el tema ‘La
Justicia’, que también va en ese rumbo y con la coautoría de nuestro aludido
Ismael Quintana.
También es muy explícito Ismael
Quintana en reconocer a los legendarios productores Al Santiago y Pancho
Cristal, quienes fueron muy respetuosos de la creatividad de cada músico y
conjunto. Lo mismo no podemos decir de FANIA que impuso una maleva y férrea
dictadura monopólica musical, ahogando, aplastando y boicoteando a expresiones
modernas, diferentes e innovativas de otros conjuntos salseros de la época, que
amenazaban la proyección comercial de los ‘FANIA-STARS’; pero que bien
pudieron, vigorizar y expandir y asegurar la eternidad de la salsa
universalmente, no como ahora que la salsa de égida neoyoricans está cruzando
por una grave crisis mundial, y gracias a la tiranía FANIA; mientras Cuba de
ayer y de hoy, y con sus jóvenes músicos y pese a la tiranía y dictadura
política, siguen creando e innovando en el ritmo y música que nos apasiona.
Asimismo, Ismael Quintana se
preocupó mucho que lo identifiquen como bolerista, y también como cantante
sonero, le tenía mucho respeto al bolero, y grabó precisamente LPs donde suelta
su vena bolerística tal como a él le gustaba, es más, siempre declaró que
prefiere cantar un bolero, antes que un tema rítmico movido.
También recuerda con mucho
aprecio su bolero ‘Amor Ciego’ que es el primero que grabó con ‘La Perfecta’ y
que se encontraba en el lado ‘B’ de ‘Justicia’ cuando sale en disco de 45rpm,
asimismo le tiene cariño a su grabación ‘Delirio’ que considera un bello tema y
bolero; y por cierto, no despeja de su mente la grabación del tema “Será que se
acabó” autoría de la orquesta matriz cubana los VAN VAN, y que fue un éxito
absoluto y total en Puerto Rico y en otras latitudes.
La voz castiza, melódica y bella
y fuerte de Ismael Quintana, encandiló al frío negociante y calculador
mercantilista quien fuera el judío Jerry Masucci de Fania, (quien sabía bien
que la voz de Ismael Quintana podía vender muy bien) tan es así que le dio mano
libre a Ismael para que convoque a los músicos y arreglistas que quisiera, a
fin de producir sus LPs como solista, y así fue.
Y es que la voz castiza
ostensible, clara y distintiva de Ismael Quintana me hizo declararlo hace más
de un quinquenio en un artículo que circula en las redes de internet como el
‘mejor sonero castizo urbano’, y es que Ismael Quintana es un cantante,
bolerista y sonero superior al mismo Hector Lavoe, y de lejos, y en varias
escalas: la pronunciación correcta y perfecta de Ismael Quintana es muy
parecida a la peruana, y es que Perú tiene la mejor pronunciación del idioma
español en el mundo, y por eso es que caló muy bien Ismael Quintana entre
nosotros los incas, además Ismael Quintana no tiene voz nasal a diferencia de
Hector Lavoe que tiene fuerte acento jibarito y con voz siempre nasal, por eso
es que los boleros de Hector Lavoe no tienen la calidad universal como la de
otros boleristas, Hector Lavoe del barrio marginal o de los suburbios no pasa
en cuanto a boleros, eso está más que claro y probado. Mientras que Ismael
Quintana es inmensamente superior a Hector Lavoe, en la potencia y claridad de
voz y fraseos, pero y sobre y ante todo, en el casticismo y melodía superior
del bolero quintaniano.
Lima, 14 de mayo del 2015
Jaime Del Castillo Jaramillo
Abogado egresado de la U.N.M.S.M.
con más de 25 años de ejercicio profesional y cuenta con estudio jurídico
abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio profesional; periodista, fundador
y director del programa radial y televisivo ‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y
cerrado cinco veces en radio); Maestría en Ciencia Política con la tesis
“Pensamiento Político peruano insuficiente y epidérmico causa de nuestro
subdesarrollo político”; Post Grado internacional en Ciencia Política otorgado
por la UCES – Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos
Aires-Argentina graduado con la tesis: “Crisis terminal de los Partidos
Políticos en el Perú”; catedrático universitario de ‘Historia del Pensamiento
Político”, “Filosofía Política”, “Metodología de la investigación en Ciencia
Política”, “Realidad Nacional”; “Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.;
blogger, comunicador social, articulista y conferencista.
http://fororepublicanoperuano.blogspot.com
@jaimedelcastill
yeagob2@gmail.com
https://www.facebook.com/jdelcastillojaramillo
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