La “República” es la medicina
para restablecer la salud política-económica e imponer la justicia social. Las
eternas enseñanzas de Platón en ‘La República’
Hemos venido denunciando reiteradamente que la teoría política que alimenta
a la ‘Republica’ (en Perú y por
extensión a muchos países de Sudamérica) ya está desfasada, corrupta y
pervertida por los partidos políticos de derecha y de izquierda, y es que la
desinformación y embrutecimiento inoculado vía los medios masivos de
comunicación social, ciegan y desvían mucho más a los ciudadanos, del camino
correcto para mejorar, corregir y modernizar sus Repúblicas, el caso peruano es
patético por el cinismo, mediocridad y el descaro de la clase política
partidocrática de izquierda y de derecha que con toda osadía y prepotencia
llevan oficialmente como candidatos en todas las elecciones a vulgares pillos,
delincuentes, narcos y toda laya de mafiosos, estafadores y demagogos, los
mismos candidatos que previamente han pagado el consabido y negro ‘cupo’ a los
jefes de los partidos políticos signados por la corrupción, y denunciados mil
veces por corruptos –estos políticos paridos por dicha partidocracia maleva--
por la ciudadanía que sufre a estos delincuentes y malhechores de la política
nacional, salvo meritorias excepciones.
Y es que muchos desconocen que la política
es buscar la felicidad de las mayorías y no el beneficio de grupos de poder
minoritarios coadyuvados por los denunciados partidos, la justicia social es
una preocupación central de la teoría política desde la época de los griegos
hasta la fecha, y la JUSTICIA es un
tópico cardinal teórico-político que debe alimentar el ejercicio público y que por
lo menos teóricamente se supone que impregna todas las normas positivas
jurídico-constitucionales en cualquier comunidad civilizada.
La preocupación por la justicia
decíamos, es tan antigua como la humanidad misma, en cuanto se preocupó el
hombre por reunirse en comunidades que excluyan la guerra, la inseguridad y la
desarmonía, y precisamente sobre eso filosofa el monumental pensador griego Platón, sentando teoría política que
fue y es la fuente primera de todo filósofo político que se precie de tal, sus
enseñanzas iluminan aún el estudio de la ciencia política y la política en
general. Y es que Platón fue un
político metido a filósofo, tuvo mucha experiencia en materia de conducta
social y ordenamiento vinculado al poder y afrontó los múltiples y críticos
problemas de su evo, y pensando en las soluciones a las variantes y
encrucijadas de su época es que sentó las bases de la gran teoría política
sólida que aún sigue vigente. Fue el autor de la señera y eterna obra ‘La República’ que supera en orden,
método y esencia a la misma ‘Política’ del sabio estagirita Aristóteles.
Y es que para Platón los
hombres estamos destinados por naturaleza inflexible y central a vivir
dichosamente juntos, esa es nuestra flexión primera en materia social y
política, en tal virtud es una falsedad y artificio el ‘CONTRATO SOCIAL’ entre los hombres, toda vez que nuestra
esencia es la de vivir juntos y servirnos unos a otros en paz y armonía; y
ningún papel o contrato o acuerdo va a originar o crear o iniciar lo que es una
tendencia social ínsita y natural cuando los hombres se reúnen en comunidades.
Y con esta postura platónica queda bien fundamentado el por qué los hombres
reclaman, protestan y luchan --hasta inclusive entregar sus vidas-- en búsqueda
de la JUSTICIA SOCIAL tal como está
demostrado en toda la historia universal y hasta la fecha.
El INDIVIDUALISMO es una
falacia, toda vez que el HOMBRE NO SE
PUEDE SERVIR A SÍ MISMO necesita obligatoriamente: el concurso y apoyo
y colaboración de otros hombres. El liberalismo
y el neoliberalismo son estafas
ideológicas y políticas y económicas de grupos de poder que solamente buscan
explotar a otros hombres de mil formas y maneras generando injusticia social.
Y en esa línea platónica en desarrollo afirmamos que la teoría del CONTRATO SOCIAL debe y tiene que ser
revisada porque es un artificio y es falaz y tenemos que hacer girar los ejes
de la reflexión y de la praxis política en la búsqueda de la justicia social.
Y es que para el discurso platónico: la JUSTICIA tiene mucho que ver con el respeto a la división del trabajo, a la satisfacción de necesidades y a la
vigilancia de la paz y la seguridad
ciudadanas, y para lograr ello se apela a la virtud de los ciudadanos, y a la capacidad y competencia del grupo gobernante, es decir: la clase
política decidida a gobernar tiene que tener solidez moral y ética y
preparación y competencia en el acto de gobierno y administración públicas,
atendiendo por cierto y prioritariamente, a la maquinaria social de la división del trabajo como orden natural
que nos conduce siempre a la paz y a la armonía social. En este patrón y canon,
vemos muy en claro que nuestra República
no es tal, y que la clase política que tenemos dista mucho de ser capaz y
competente para allegarnos justicia social.
Es central, primevo y concepto clave entonces: el HOMBRE BUENO, aquél que sea diestro, perito y experto en técnicas
especiales al servicio de la comunidad, para el pensamiento platónico el hombre
bueno es vital para lograr el funcionamiento de la República con paz y justicia social; es decir: que el hombre bueno
debe tener la capacidad técnica, especializada y solvente de una habilidad que
coadyuve a la felicidad general vía el orden político o POLITEIA en griego, y en
el lenguaje romano: República.
Ser hombre bueno implica un
concepto integral para Platón: no
solamente ser hábil y capaz técnicamente en el plano laboral y profesional,
sino también ser moralmente intachable y respetable políticamente. Y por ello
fue realista, muy realista el sabio
Platón cuando concibe que es una minoría la que podría alcanzar esos
requisitos, perfiles y stándares para la salud de la politeia o república.
Platón nunca se equivocó cuando su preocupación se centra en
respetar la división del trabajo, es
decir, reconocer que todos los hombres se sirven unos a otros en justicia, en
naturaleza y en sus justas necesidades aportando sus conocimientos, artes,
habilidades y esfuerzos interactivamente: el carpintero, el agricultor, el
comerciante, el soldado, el médico, el cantante, etc., y que precisamente, en
el respeto y supervigilancia y resguardo de ese orden natural de la división
del trabajo está la clave para preservar la justicia social y la salud de la politeia o república.
En ese marco es que es y deviene imprescindible: tener HOMBRES DE JUICIOS JUSTOS porque
son los que enriquecerán y consolidarán la justicia social, la paz y la
seguridad de la politeia o república ya indicadas.
Entonces la REPÚBLICA fue
creada para allegar salud política a la comunidad enferma e INFLAMADA POR LAS INJUSTICIAS, la
inflamación como enfermedad social y política: con la suma de los lujos y
artificios y caprichos y discriminaciones que alteran el sano discurso de la
división del trabajo y procrean la injusticia social general. Los políticos de
la República tienen como deber RECONSTITUIR LA SOCIEDAD ECONÓMICA
e imprimirle salud y estabilidad.
El reconocido investigador de ciencias sociales de la universidad de
Liverpool Charles Vereker expone
sistemáticamente varios temas básicos de la Teoría Política, siendo el más
importante tema el de la JUSTICIA y de
donde extraemos estas citas que abonan la tesis que hemos elaborado ut
supra:
“Las respuestas particulares de
Platón a los problemas que planteó tienen menor importancia para los estudiosos
posteriores de la política, que su insistencia en que los hombres están
destinados, por su propia naturaleza, a vivir dichosamente juntos (pag. 12) en
armonía y paz; en que, si no lo consiguen, debe imputarse la causa a la falta
de conocimiento adecuado para alcanzar dicho fin; y en que es posible
descubrir, mediante la reflexión sistemática, el camino que se debe seguir para
lograrlo, aunque ello no asegure necesariamente que todos lo sigan. Esta
actitud crítica y reflexiva frente a los problemas sociales ha distinguido al
pensamiento político posterior. Los pensadores de las épocas siguientes como
San Agustín, Hobbes, Rousseau y Marx, han permanecido, a este respecto, dentro
de la tradición platónica. Difieren acerca de las causas de la desarmonía,
ofrecen sugerencias diversas para reorganizar las relaciones sociales de
acuerdo con esquemas más satisfactorios y sus propuestas específicas divergen
en cuanto al ordenamiento institucional apropiado para lograr el fin que se
anhela, pero todos ellos siguen el ejemplo de Platón –- si bien impulsados por
otras imperfecciones distintas de las que motivaron el pensamiento de éste-- al
reflexionar críticamente sobre la condición del hombre y el plan más eficaz
para su redención.” (pag. 13 )
(…)
“Se presenta otra dificultad al
tratar de comprender cuanto dice Platón acerca del carácter y del propósito de
la asociación política: y es que en su (pag. 14) descripción de las clases de
hombres y de grupos sociales que considera más satisfactorios se remite
constantemente a una analogía con la habilidad técnica –argumento favorito de
su maestro Sócrates—más inteligible para sus contemporáneos del mundo griego
que para nosotros.” (pag. 15)
(…)
“Es difícil captar en la palabra
virtud la idea, originalmente más
neutra, de ser bueno en algo, idea que es propia del término griego
correspondiente, areté o del latino virtus. (…) Así, el hombre bueno, para
Platón, era algo análogo al buen marinero o al buen carpintero, es decir, algo
análogo a quien posea un conocimiento especial de una técnica especial, sólo
que ese conocimiento, en el primer caso,
se relacionaba con la vida desde el punto de vista moral o, más simplemente,
con la cuestión de cómo ser bueno en tanto se es hombre.”
“Esta concepción teleológica o
intencional de la vida humana es común a Platón y Aristóteles, y su tradición
llegó a varios pensadores de épocas sucesivas.” (pag. 15)
(…)
“Sin duda, podría argumentarse
que Platón pensaba en Sócrates como modelo, y que tenía en la mente el carácter
excepcional y las dotes de su amigo y maestro cuando describió al hombre
virtuoso, es decir, al hombre que, como tal era el mejor. Pero, en su opinión,
sólo ciertos tipos de personas podían, por inclinación congénita y capacidad
intelectiva, alcanzar esa jerarquía moral. Para la mayoría de la gente, la
condición esencial de una vida buena y moralmente satisfactoria residía en el
carácter y la constitución de la comunidad o ciudad en que vivían. Platón tenía
clara conciencia de que las ciudades que conocía condenaban a la mayoría de sus
contemporáneos a una vida desdichada, imperfecta y frustrada. Concebía la
ciencia de la política como una investigación sobre el correcto ordenamiento de
las relaciones entre los ciudadanos, de modo que pudieran ayudarse unos a otros
a ser hombres buenos. Esta reordenación del esquema de las relaciones sociales,
la reestructuración de la constitución o de la república, término latino que
corresponde al griego politeia, u
orden político, constituye el tema del más importante estudio de Platón en la
materia, La República, obra dialogada
cuyo subtítulo es De la Justicia.
Significaría una gran ventaja, en verdad, que pudiéramos volver a usar el
término politeia para describir el
cuerpo político, pues su significado no aparece oscurecido por acepciones
secundarias.” (pag. 16)
(…)
“Esta sociedad armoniosa, por lo
tanto, es algo cuya realización depende de que existan en su seno hombres
capaces de emitir juicios justos, pues el sentido más cercano al término griego
traducido como justicia es el de decidir sabiamente, más que el de
pronunciamiento de acuerdo con la ley.” (pag. 17)
(…)
“La justicia era patrimonio de
unos pocos, quienes la conferían a los más, y cada grupo necesitaba del otro
para poder vivir en armonía. Pero la misma conducta requerida para establecer
la armonía social era la que expresaba y desarrollaba, al propio tiempo, el
carácter moral de los ciudadanos individuales. De este modo, Platón consideraba
la relación política como requisito indispensable para la realización moral.”
(pag. 18)
(…)
“Contra esta primitiva versión
de la teoría del contrato social, Platón sostiene que los lazos de la sociedad
son naturales y, por implicación, universales, pues surgen del carácter y de
las necesidades de los hombres, ninguno de los cuales puede bastarse a sí
mismo.” (pag. 19)
(…)
“En La República Sócrates describe la comunidad económica simple como
la ‘única verdadera, la que goza de buena salud’, y su complicación por la
adición de lujos como la ‘inflamación’. El establecimiento de una comunidad
política se compara de este modo con la recuperación de la salud después de la
enfermedad, y el gobierno se considera como el régimen que administran los
médicos con conocimientos especiales para reconstituir la sociedad económica y
mantenerla con buena salud. En el primer estado de la sociedad, el más simple,
su condición moral, su expresión de justicia o de armonía reside en el
principio de la división del trabajo. Este principio continúa manifestándose en
la sociedad que se recupera de sus males, pero, a fin de evitar una recaída,
deberá incluir un nuevo grupo especializado, que Platón llama de los
‘Guardianes’, los médicos del alma social y, previa diferenciación, defensores
del cuerpo social.” (pag. 20)
(…)
“Los atributos morales
específicos de los grupos o clases cuya función es volver a crear y defender el
sistema armonioso de la ciudad, son la sabiduría y el valor, y las artes que
están capacitados para ejercer, son el arte de gobernar y el arte militar de la
defensa y del mantenimiento del orden.” (pag. 22)
(…)
“La visión de la justicia de Platón
consiste en una nueva división, por clases, de un tipo distinto de trabajo: el
establecimiento de la armonía, la seguridad y la felicidad, no para una clase,
sino para todos los miembros de la nueva comunidad política.” (pag. 23)
(…)
“Es incumbencia de la política
la dirección general, el control y la ordenación armoniosa de los variados
intercambios de bienes y servicios entre los miembros de un grupo dado. Al
propio tiempo, es también uno de estos servicios, el más importante de ellos.
(…) Allí donde las leyes sean sabias; los soldados, valerosos; y todo el mundo
obediente, la sociedad será feliz, armoniosa y, en el especial significado
griego de la palabra, justa. Finalmente, sólo en una sociedad semejante la
mayoría de los hombres –pues podrían excluirse los casos (pag. 27) raros de los
filósofos—podrá encontrar esa misma justicia en sus propios espíritus.” (pag.
28), ‘Capítulo I. La Justicia’ en ‘El Desarrollo de la Teoría Política’, editorial
Universitaria de Buenos Aires EUDEBA, versión castellana por Néstor Míguez, Argentina,
1961.
Queda entonces muy en claro, --a la luz de la exposición que hemos
faccionado líneas arriba--, que la teoría
política que alimenta --y hasta jurídica y constitucionalmente-- a la
‘república’ peruana (y similarmente en otras naciones), pues, está pervertida y
en su concepción, estructura, organización y proyección, para nada le interesa
el valor: JUSTICIA SOCIAL; el
interés primero de la corrupta clase política de hoy es el lucro mercantil
elitista en la forma o manera que sea, o, en otras palabras, sólo les interesa
el ‘MERCADO’ individualista
–pero del INDIVIDUO que tiene dinero
absolutamente, así sea un delincuente o un narcotraficante--, por eso nosotros
hemos afirmado y afirmamos que la primera república peruana ya colapsó. La
Segunda República con nuevo contenido y continente es imprescindible para el
Perú.
Lima, 06 de agosto del 2014
Jaime Del Castillo Jaramillo
Abogado egresado de la U.N.M.S.M. con más de 20 años de ejercicio
profesional y cuenta con estudio jurídico abierto; politólogo con más de 20
años de ejercicio profesional; periodista, fundador y director del programa
radial y televisivo ‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y cerrado cinco veces en
radio); Maestría en Ciencia Política con la tesis “Pensamiento Político peruano
insuficiente y epidérmico causa de nuestro subdesarrollo político”; Post Grado
internacional en Ciencia Política otorgado por la UCES – Universidad de
Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires-Argentina graduado con la
tesis: “Crisis terminal de los Partidos Políticos en el Perú”; catedrático
universitario de ‘Historia del Pensamiento Político”, “Filosofía Política”,
“Metodología de la investigación en Ciencia Política”, “Realidad Nacional”;
“Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.; blogger, comunicador social,
articulista y conferencista.
Fundador, ideólogo y Presidente de “Foro Republicano”
http://fororepublicanoperuano.blogspot.com
@jaimedelcastill
yeagob2@gmail.com
https://www.facebook.com/jdelcastillojaramillo
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