martes, 28 de junio de 2016

Scott Joplin, el rey del Ragtime: negro, genio, maestro y visionario. Scott Joplin con el Rag quiso competir con la música culta europea, se adelantó a su tiempo. Historia del Jazz. Parte V




Scott Joplin, el rey del Ragtime: negro, genio, maestro y visionario

Scott Joplin con el Rag quiso competir con la música culta europea, se adelantó a su tiempo. Historia del Jazz. Parte V



Por:    Jaime Del Castillo Jaramillo








Anotemos en piedra que, la legítima predecesora del Jazz no fue otro que el Ragtime, el mismo que opacaba al mismo Blues, superando incluso la influencia de éste último. Y tanto era así, que en la misma Nueva Orleans, y en los orígenes o en los albores, decir Jazz o Ragtime casi era lo mismo.


Tampoco se debe olvidar que el legendario Jelly Roll Morton sentenciaba que los grandes pianistas de jazz de los años 30’, tales como Fats Waller y/o Art Tatum, eran ordinariamente “pianistas de ragtime de un tipo muy fino”.





Vale decir, no había una firme, clara y contundente división entre ambos famosos géneros, y estamos a inicios del siglo XX, e inclusive la confusión bajo comento, supervivió aun cuando ya se había establecido la potente era del swing y las big bands.



En verdad de verdades, el ragtime es el imperio y el dominio del piano, tanto en su forma de composición como en el peculiar estilo de interpretación instrumental pianística por antonomasia.



En verdad de verdades, el Ragtime se puede identificar por sus originales y sui géneris técnicas de teclado, sobre todo y ante todo, por el bajo de la mano izquierda, que golpea inmisericorde y a dedos acerados y tensos sobre los tiempos fuertes, y simultáneamente, las maravillosas y excepcionales síncopas de la mano derecha pianística.




Las síncopas pianísticas de la mano derecha son el sello y el ADN del Ragtime, y eran el frente de fachada y el impacto sobre el oído, y tanto así que se creaban líneas melódicas completas en base a la repetición de estas figuras sincopadas de la referencia, y este sonido peculiar y pletórico y alegre, en verdad que pocos vocalistas se atrevían a cantarlo, y menos aún querían intentarlo, por pienso.



Pero, también debemos tener muy presente que, el famoso bajo de la mano izquierda pianística del Ragtime fue muy influyente y paradigmático, ya que estuvo presente en toda una generación de pianistas de jazz.



Ragtime, es un término que procede  de ragging o ragged time (tiempo o ritmo irregular) y eso fue fijado para el siglo XIX, y quedó como el nombre estelar de este maravilloso y original género musical.





El género del ragtime se lee musicalmente ya, y en sendos impresos y para la primera mitad del siglo XIX; y se valida como la pionera pieza impresa de ragtime el tema “Mississippi Rag” (1897), y que fuera compuesta por William Krell, nacido en mayo de 1868, en Tamaqua, Pensilvania, y fallece para 1933, en Miami, Florida.



Ese mismo año de 1897, el gran Tom Turpin Thomas Million John Turpin célebre compositor y pianista de ragtimes, quien naciera un 18/11/1871, en Savannah, Georgia, y fallece un 13/8/1922, en San Luis, Misuri, el mismo que se erige como el primer compositor negro con su obra: “Harlem Rag”.




Culminando ese luminoso año de 1897, empieza a descollar el buen Ben Harney o Benjamin Robertson quien naciera un 6/3/1872, en Estados Unidos, y fallece un 2/3/1938, en Filadelfia, Pensilvania, y quien fuera el célebre publicista creador de un método Rag Time Instructor, siendo la pionera de posteriores métodos y obras pedagógicas que colmarían la sed del gran público que quería aprender y dominar esa nueva, alegre y seductora música.






Ya en el revolucionario siglo XX, la pasión por el ragtime lindaba con la locura, y por cierto los envidiosos y malquistos y los intereses en juego, decidieron atacar y salieron con todo, incluyendo colmillos en ristre, embistieron al popular y engreído Ragtime. Y con odio afirmaron los detractores: “Los días del ragtime están contados”, sentenció categóricamente la revista Metronome. No solamente eso, también afirmaron que: “Lamentamos que a alguien se le pudiese ocurrir que el ragtime tuviese la más mínima importancia musical. Fue una oleada popular en la dirección equivocada.”




Y por si fuera poco, aquel mismo año, la Federación de Músicos Americanos dispuso que sus agremiados desistiesen de tocar ragtime, argumentando sorprendente y curiosamente que “los músicos sabemos lo que es bueno, y si la gente no lo sabe tendremos que enseñarles”.


Como es muy fácil de suponer, y se comprueba: la popularización musical del término Rag provocó que fuera objeto de uso y abuso excesivo y erróneo,  llamándose entonces Rag a muchas manifestaciones y expresiones musicales que no tenían mucho que ver con el auténtico y legítimo y tantas veces mencionado: Rag.





El Rag era música para piano por antonomasia, y esta buena y nueva música emerge aparejada de la creciente popularidad de la adquisición de pianos para los hogares estadounidenses, y alrededor del inicio del siglo XX. Y solamente para citar un dato esclarecedor: anotemos que entre 1890 y 1909 la producción total de pianos en toda Norteamérica aumentó desde las modestas cifras de 100,000 pianos hasta más de 350,000 instrumentos musicales anuales, y específicamente el mismo año de 1909 significó un singular y único récord no solamente en la producción de las blancas y las negras, sino también fue simultánea la producción de composiciones de ragtime y publicadas.




No solamente eso, para 1911 ya se verificaban 295 industrias o fabricantes de pianos que habían hecho pingües negocios en los Estados Unidos, y paralelamente se verifican otras 69 empresas que fabricaban piezas y elementos de recambio para pianos.





Y en línea paralela, avanzaba la venta de pianolas, las mismas que también fueron las preferidas en los hogares y lugares de reunión en los Estados Unidos. No solamente eso, para el musical y fructífero año de 1897 que ya comentamos ut supra, no solamente brilló el Ragtime, sino también la pianola de salón Angelus: que fuera el primer instrumento pianístico que incluyó sendo mecanismo neumático para la pulsación de las teclas, invención que fue muy aplaudido, y se vendieron auspiciosamente las pianolas en  pleno año de 1919; no olvidemos que las mencionadas pianolas eran la mitad de la producción de la industria pianística norteamericana.





Como es muy normal, el arte musical del ragtime también emerge en un circuito geográfico pequeño. Así fue el nacimiento del blues rural a las orillas del delta del Mississippi, y como también nacería el jazz primevo en Nueva Orleans; como no podía ser de otra forma, el primer ragtime alcanzó su cenit en Missouri al ingresar al siglo XX.




Es bueno precisar aquí, que brillaron las ciudades como St. Louis, Carthage y Sedalia, entre otras poblaciones cercanas, toda vez que contaron con un gran abanico de compositores de rags, acompasados con avaricioso grupo de editores musicales que repararon en las riquezas que podían amasar aprovechando el excepcional talento de los compositores que tenían a mano.



En Sedalia, que era una ciudad con importante punto ferroviario, y que vivía un boom comercial y económico muy importante, tanto así que casi se convierte en la capital del Estado, ahí fue que sentó sus reales el gran Scott Joplin, quien nació en Texarkana, Texas, un 24/11/1868, y fallece en Manhattan, Nueva York, un 1°/4/1917, y quien fuera compositor y pianista estadounidense, destacada figura y dentro de las más importantes en el desarrollo del ragtime clásico.




Joplin quería obtener para el Ragtime un estatus similar al de la música seria y cultra europea, así como la posibilidad de crear composiciones parecidas a las óperas y sinfonías, y trabajó muy duro para ello, lamentablemente no tuvo ni los recursos ni el apoyo pertinente, y su puesta en escena de su ópera no fue bien recibida, tuvo que pasar muchas décadas y después de su fallecimiento, para que recién se valore el gran trabajo de este importante músico negro, tan es así que se le otorgó el Premio Pullitzer post morten en honor a su gran obra musical de Rag.




Joplin procedía de familia de obreros músicos del noreste de Texas, y creció en Texarkana, donde logró armar un cuarteto vocal, y además enseñó mandolina y guitarra. Viajó por el sur de EE.UU., y luego se trasladó a Chicago con el objeto de estar presente en la Feria Mundial de 1893, la misma que ayudó a popularizar el ragtime para el venturoso año de 1897.



Para 1894 ya se había trasladado a Sedalia, Missouri, donde se desempeñaba como profesor de piano; ahí agrupó y les enseñó a los futuros compositores de ragtime: Arthur Marshall o Arthur Owen Marshall, nacido el 20/11/1881, en Misuri, y fallece un 18/8/1968, en Kansas City, Misuri; Scott Hayden nacido un 31/3/1882, en Sedalia, Misuri, y fallece un 16/9/1915, en Chicago, Illinois; y Brun Campbell, nacido un 26/3/1884, en Oberlin, Kansas, y fallece un 23/11/1952, en Venice, Los Ángeles, California.





Para 1895, Joplin ya publicaba música, y logró celebridad completa con el: Maple Leaf Rag que le redituó bien ganada fama para 1899. Y andando el año de 1901 se traslada a la ciudad de St. Louis, donde tuvo intensa actividad musical, y también desazones, tal fue así, que hasta le confiscaron la partitura de su primera ópera: Un Invitado de Honor, por materia de deudas.



Para 1907 Joplin viaja a Nueva York con el objetivo de encontrar productores o empresarios para una nueva ópera, se trataba de su segunda ópera: Treemonisha, que no tuvo suerte en su primera puesta en escena parcial del año 1915. El público no estaba preparado para su gran genio musical, y tampoco tuvo los recursos suficientes para hacer una gran puesta en escena.




Para 1916 el buen Joplin que fuera contagiado de sífilis, acusó demencia, y se internó en un psiquiátrico, para 1917 fallece tres meses después de su internamiento, y muy joven, recién tenía 49 años. Con Joplin murió el ragtime como tendencia, y se transforma posteriormente en otros estilos como el stride, jazz, y eventualmente swing de Big Band.





Joplin tuvo un gran editor musical en Sedalia y que le tuvo mucha fe: John Stark, y quien fuera también principal y gran defensor del ragtime en general y de Scott Joplin en particular.



  

No olvidemos que tanto el editor Stark, como Joplin y su alumno Hayden se mudaron a la ciudad de St. Louis, bullente ciudad que apreciaba el ritmo del rag en esos años que causó furor. Entre los compositores de dicha ciudad, se destacaba Louis Chauvin, nacido en San Luis, Misuri, un 13/3/1881 y fallece en Chicago, un 26/3/1908, trascendente pianista con excepcional talento, aunque se le conocen pocas composiciones, también descollaron Tom Turpin o Thomas Million John Turpin que nació un 18/11/1871, en Savannah, Georgia, y fallece un 13/8/1922, en San Luis, Misuri, y Artie Matthews, quien nace un 15/11/1888, en Braidwood, Illinois, y fallece un 25/10/1958.






En la ciudad de Carthage (Missouri), destacó James Scott o James Sylvester Scott quien fuera compositor y pianista; el buen Scott fue artesano y produjo obras de calidad; nació un 12/2/1885, en Neosho, Misuri, y fallece un 30/8/1938, en Kansas City, Misuri.



Scott dejó relevante abanico de obras de ragtime, muchas de ellas fueron grabadas y publicadas por la tienda de música (Dumars) en la que trabajó el mencionado compositor Scott, quien se inició limpiando pisos y ventanas, y posteriormente fue contratado como compositor.




Scott también fue ayudado y beneficiado con las ediciones del especialista Stark, con composiciones muy relevantes y de estilo único, solamente superadas por el maestro Joplin.




Bueno es dejar sentado aquí que, los grandes compositores del Rag Clásico tuvieron su sede antes o después en Missouri, y el caso de Joseph Lamb o Joseph Francis Lamb, --importante pianista y compositor--, fue que, es el único músico de raza  blanca del grupo llamado Big Three. Llegó a publicar 12 rags entre 1908 y 1919 y, al fallecer aparecen 24 composiciones más, en condición de inéditos. Lamb, nace un 6/12/1887, en Montclair, Nueva Jersey, y fallece un 3/9/1960, en Brooklyn, Nueva York,





De hecho, el más grande, destacado y descollante compositor de Rag Clásico fue Scott Joplin, sin lugar a dudas.



 (Fin de la quinta parte)


Lima,  28 de junio del 2016

Jaime Del Castillo Jaramillo

Abogado egresado de la U.N.M.S.M. con más de 25 años de ejercicio profesional y cuenta con estudio jurídico abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio profesional; periodista, fundador y director del programa radial y televisivo ‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y cerrado cinco veces en radio); Maestría en Ciencia Política con la tesis “Pensamiento Político peruano insuficiente y epidérmico causa de nuestro subdesarrollo político”; Post Grado internacional en Ciencia Política otorgado por la UCES – Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires-Argentina graduado con la tesis: “Crisis terminal de los Partidos Políticos en el Perú”; catedrático universitario de ‘Historia del Pensamiento Político”, “Filosofía Política”, “Metodología de la investigación en Ciencia Política”, “Realidad Nacional”; “Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.; blogger, comunicador social, articulista y conferencista.
http://fororepublicanoperu.blogspot.com
@jaimedelcastill
yeagob2@gmail.com
https://www.facebook.com/jdelcastillojaramillo




No hay comentarios:

Publicar un comentario