República secuestrada por la partidocracia limeña explica la
mega-corrupción y subdesarrollo nacional
Altamente crítica resulta nuestra presente coyuntura política estragada
de corrupción por doquier. Son movimientos regionales y partidos tradicionales
de izquierda y de derecha los que llevan políticos impresentables y corruptos y
otros que aceptan llevar en modo ‘vientre de alquiler’ a delincuentes políticos
a cambio de su ‘tajada’ del gran desfalco y/o ‘faenón’, porque seamos sinceros:
en esas negociaciones mafiosas ‘no hay lonche gratis’.
Lo cierto y lo concreto es que hoy más nunca es evidente que existen
aparatos mafiosos y/o corruptos en las regiones (que repiten el sistema mafioso
limeño) donde están amarrados delincuencialmente: jueces, sindicatos, fiscales,
policías, autoridades, periodistas y hasta universidades (privadas mayormente),
etc., y estos círculos mafiosos multimillonarios regionales están debida y
aceradamente conectados o apadrinados y blindados por la partidocracia
gobernante o parlamentaria en y de Lima, lo que significa que el aparato
burocrático institucional republicano está corroído por la mafia y corrupción
partidocrática y se extiende obviamente hasta las regiones, de otra manera no
se puede explicar el caso ‘Ezequiel Nolasco y César Álvarez y la Presidencia
Regional de Ancash’, donde están implicados el mismo Fiscal de la Nación
saliente y entrante, el poder judicial, la policía nacional, el periodismo,
etc., por ejemplo.
Y es que la partidocracia limeña maneja la cosa pública de acuerdo a
los intereses de los bolsillos de los gobernantes de turno en el ejecutivo (un
ex Presidente de la República preso por asesino y mega-corrupto y dos ex
Presidentes acusados de alta corrupción); o de los parlamentarios o bancada
parlamentaria con poder en el legislativo (la obediencia al líder partidario
vulnera la ‘majestad’ del parlamento y el congresista sigue siendo súbdito de
su partido que lo llevó al Congreso) y ambos miden fuerzas en las otras
instituciones como el TC (repartija partidaria), FN, PJ, MP, CGR, JNE, etc., y
hacen alianzas espurias de acuerdo a sus intereses particulares o de
grupo; y producto de todo ello: la
mega-corrupción. ¿Éste Parlamento y este Poder Ejecutivo estará dispuesto a
luchar a fondo contra la corrupción? Lo dudamos absolutamente, ya que la
partidocracia de derecha y de izquierda ha demostrado que vive de la corrupción
y a costa de los recursos del Estado causando nuestro subdesarrollo nacional
sempiterno.
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