Magistrados de pacotilla paridos por lavanderías
Dos casos emblemáticos de
violencia contra la mujer han remecido los cimientos morales y éticos del Perú,
pero lo más horrible, han sido las deleznables decisiones de magistrados de
pacotilla al respecto
Dos mujeres agredidas
brutal y salvajemente por sus respectivas parejas, causaron alarma y execración
en la sociedad peruana y en el momento de difundirse las terribles e
impactantes imágenes en los medios de comunicación social, donde se desnuda la
fea, brutal y fiera realidad del día a día en muchos hogares y relaciones de
pareja, donde la violencia contra la mujer es cosa ordinaria y silvestre.
La sociedad civil quedó
atenta y a la espera de la decisión judicial en ambos casos mediáticos y arriba
mencionados, donde el machismo salvaje, feroz y sin nombre, nos escupió
asquerosa y arteramente en el rostro social; todos sufrimos súbitamente y sin
piedad, tamaña ofensa a nuestras creencias y rudo golpe, contra las columnas
morales de nuestros usos y costumbres colectivos.
Se supone que la y toda
mujer, debe ser respetada por el solo hecho de serlo, al margen de si es tu
hermana, cuñada, esposa, novia o vecina o desconocida. Pero esa suposición es
destruida por la terrible y dura realidad del día a día, que suma a miles de
víctimas femeninas, como se ha dado a conocer últimamente para sorpresa y
vergüenza colectivas.
Pero mucho más vergonzoso,
sorpresivo y de hecho más horrible que las imágenes de agresión física cruel y
fiera contra las mujeres en mención, fue la condenable decisión judicial en
ambos casos, ello fue la rojísima gota que colmó el caliente vaso lleno de
sangre femenina que teníamos al frente y que con asco o repugnancia, nos
resistíamos a beber en modo alguno.
Los magistrados del
Poder Judicial nuevamente nos abofetearon y nos flagelaron con sus estúpidas
razones y argumentos dizque jurídicos y con su lógica cretina y estulta, que en
resumidas cuentas dicen, --en esos casos específicos bajo comento--: que los
varones actuaron razonablemente a ritmo de falta y tonto ‘lío de jóvenes
enamorados’ y por lo tanto, ambas mujeres deben irse a su casa y portarse bien
y amorosamente con sus maridos o parejas, para que no las agredan otra vez.
Obviamente, ante esas abominables
sentencias a nivel sandio, la reacción de la sociedad civil fue inmediata y
revulsiva y todas las baterías se dirigieron contra esos magistrados que
nuevamente sentenciaron a su regalado antojo o a su regalado bolsillo o a su
regalada incapacidad supina.
Y por cierto, y como
siempre, los todopoderosos titulares, tanto de la Fiscalía de la Nación-FN
(Ministerio Público-MP) como del Poder Judicial (PJ) siempre amparan la
corrupción o la estupidez o el capricho o la locura de sus magistrados bajo
mando o cargo, so pretexto que no pueden intervenir en las decisiones de sus
magistrados inferiores; vale decir, los titulares oficiales y constitucionales,
tanto del MP o PJ, están pintados en la pared; pero sí, cobran jugosos y gordos
emolumentos del presupuesto público y todos los meses.
Además, como
republicanos y altísimos jefes de poderes del Estado, asisten a fastuosos
eventos protocolares adobados con finos licores y buenas pitanzas y fotos mil,
pero en el fondo, es solamente puro tongo y bulo, en buen romance, solamente es
una falsa pantalla de que el MP y el PJ, como sendos y oficiales poderes del
Estado o de la República funcionan bien, cuando esos titulares antes
mencionados, nada tienen que ver ni menos pueden hacer nada ‘de acuerdo a ley’
y al sacrosanto ‘Estado de Derecho’, así sea que cada magistrado, --sea del MP
o del PJ de sus respectivas jurisdicciones--, integren peligrosas bandas de
mafiosos o narcotraficantes; así de estúpida y zafia es la legislación positiva
vigente y por cierto, propiedad y coto cerrado de los grandes y reputados
‘juristas’, obviamente que todo ello, viene con el caluroso y cariñoso aplauso
de los delincuentes, mafiosos y narcotraficantes y a todo ello le llamamos
‘Democracia’ y ‘Estado de Derecho’.
Pero el álgido tema
inicial que encabeza el presente, es de raíces más profundas y que nadie quiere
abordar plenamente, porque chocan con las fibras más nerviosas de terribles y
multimillonarias mafias y hasta fuertemente vinculadas con el narcotráfico; y
los partidos políticos en muchísimos casos, por no decir todos, --sean de
izquierda o de derecha--, viven de ese maldito sistema corrupto y viciado en
grado extremo: nivel náusea. Nos referimos a las universidades de pacotilla y
sembradas a nivel nacional desde el fujimorato de los años 90’.
Es que en verdad de
verdades y ‘De acuerdo a ley’, en Perú, cualquier vendedor de papas o de
alfalfa o de vísceras de pollo, puede crear su universidad y nadie se lo va a
impedir, a eso el narcofujimorismo le llamó ‘Ley del Mercado’ y por lo tanto,
el narcotraficante entiende y lee que la susodicha ‘Ley del Mercado’ es la ley
que se ajusta exacta y perfectamente a, y en su negra y sucia pezuña, vale
decir, y, como es lógico suponer, el narcotraficante invirtió fajos de dólares
de su montaña blanca y en un santiamén alquiló a mediocres y anodinos y
adocenados ‘Rectores’ y ‘Decanos’ y ‘Catedráticos’ y listo: Universidad creada
y lista para lavar millones de millones de dólares, bajados de las montañas de
la droga y la mafia, así de sencillo y de fácil.
O es que acaso todo el
Perú y el mundo entero no ha visto en las últimas elecciones generales
nacionales 2016, a un recientísimo candidato presidencial dizque rector y dueño
de mil universidades en todo el Perú, el mismo que no sabe ni hablar y que lo
denunciaron por plagiar tesis de doctorado en Europa y también por plagiar
libros de nivel magíster, para dar la falsa imagen que es un académico, cuando
a la única academia que pudo asistir con honores, fue a la de los chanchos de
su chacra y aun así, fue expulsado por chancho. Sí, es cierto que pasó por
universidades legales y antiguas, pero previos negocios corporativos con su
universidad de pacotilla y/o lavandería, con la expresa finalidad mercachifle
de recibir privilegios de compinche, más no de legítimo y verdadero alumno
regular y en forma.
El fujimorato de los
años 90’, es el padre de las universidades-basura o de pacotilla, obviamente
que fueron pensadas exclusivamente para que el narcotráfico pueda instalar sus
lavanderías propias, con olor a toga y seda de academia como bambalina o cortina,
a fin que el financiamiento a los corruptos partidos políticos sea oculto tras
las pizarras y tizas dizque universitarias.
Obviamente, que donde
abunda el dinero como, y por montañas, acuden las moscas como a la miel, eso
sucede con esas universidades-basura o de pacotilla, donde se mantienen a
mediocres, mafiosos y delincuentes políticos que se hacen pasar por
catedráticos, además de comprar con jugosos sueldos y regalías y bonificaciones,
--vía las planillas de dichas universidades de pacotilla--, a fiscales, jueces,
policías, periodistas, burócratas y a todo que tenga que ver con el paso del
narcotráfico y sus actividades cóncavas, anexas, conexas y convexas.
No es necesario ser muy
inteligente para colegir, que universidades de pacotilla generan magistrados de
pacotilla y paridos por dichas universidades de pacotilla, valga la
redundancia, las mismas que legal y constitucionalmente y de antiguo, ya tienen
peligrosos y poderosos grupos parlamentarios, así como aliados decisivos en el
poder ejecutivo y por cierto, hace rato que han colocado, --y con todos los
honores y parafernalias legales y legalistas--, a sus magistrados de pacotilla
en toda la burocracia republicana: el narcoestado hace rato que está cabalgando
jadeante y sudorosamente y en nuestras narices.
¿Ése será el caramelo
naranja que PPK seguirá respetando y protegiendo y apadrinando desde el 28 de
julio próximo, cuando asuma la Presidencia de la República y para la mafia
fujimontesinista enquistada hoy en el parlamento y en muchas de esas
universidades de pacotilla y donde los apristas o alanistas también, son
expertos en su manejo y dirección?. Lo dejo ahí.