Hannah Arendt, Jurgen Habermas y Talcott Parsons y sus errores
compartidos sobre el concepto de poder y la racionalidad dominante en cualquier
sociedad y entorno político
Sobre Hannah Arendt ya nos hemos pronunciado
en dos envíos inmediatamente anteriores con respecto al concepto de poder
político y también precisé que Jurgen
Habermas el gran filósofo alemán de nuestros días sigue con simpatía la
postura de su paisana Arendt aunque
con algunos matices diferenciales, ya que Habermas
y Arendt creen en la racionalidad comunicativa, y que la
comunicación, el consenso y el acuerdo generan poder; tesis y posición que niega el que suscribe toda vez que no
es real ni sustancial o comprobable en cuanto al concepto de poder
político en su esencia.
Es importante anotar que
el concepto de racionalidad que tanto
usa y gusta ya sea Arendt y/o Habermas tiene que ser revisado en
cuanto se quiera aplicarlo en suelo sudamericano que es otra realidad muy
distinta a la europea, por lo menos en cuanto al discurso histórico político
real, material y concreto.
La racionalidad en general es la racionalidad
dominante sociológica y politológicamente, y esa precisión es la que nunca
debemos dejar de lado cuando de estudios politológicos se trate y valga la
redundancia, la racionalidad dominante
se cuida siempre de imponer SU
RACIONALIDAD y las demás ‘racionalidades’
serán toleradas pero siempre neutralizadas y dominadas y controladas para que
no pongan en peligro la RACIONALIDAD
DOMINANTE, de tal manera que para nosotros la racionalidad de Arendt y de Habermas no puede ser la RACIONALIDAD
DE TODA LA SOCIEDAD y sociedad en general, porque eso no existe, es una utopía, un espejismo o un
romanticismo, la SOCIEDAD CONCRETA Y
MATERIAL TIENE RACIONALIDAD DOMINANTE y excluyente si no, no es
sociedad, así de simple y de sencillo.
Ahora, el gran problema
de y con Talcott Parsons (autor que
estudiamos obligatoriamente en las clases que imparto en mis cursos de ciencia política y sociología jurídica en diferentes universidades) es que este gran exponente
de la fuerte corriente del Estructural
funcionalismo en teoría social, fundamenta que toda sociedad busca
necesariamente la autorregulación e interconexión de sus particularidades y
peculiaridades (tales como sus valores, sus metas, sus funciones, etc., pero no
dice Parsons que esos valores, metas
y funciones son las que favorece a la racionalidad
dominante de un grupo social que hace ‘su’
sistema social).
La autopoiesis o
autosuficiencia de toda sociedad según Talcott
Parsons estaría determinada por sus necesidades básicas como la preservación
del orden social, pero no dice que la racionalidad dominantes es la que
defiende sobre todo su modelo económico; la oferta de bienes y servicios, pero
no dice que lo que se defiende a toda costa y costo es la intocabilidad del
mercado; la educación como socialización, pero no dice que es un mecanismo o
instrumento de reproducción ideológica de la racionalidad dominante; y por
cierto, la protección de la infancia, pero no dice que hay prevalencia del
grupo dominante siempre en preferencia.
La racionalidad dominante se esconde muy bien en la fantasmagoría
reaccionaria de la ‘Teoría de los
Sistemas’ aplicada en la sociología por la teoría parsoniana: es el SISTEMA EL QUE SOLO SE ARREGLA dice en
pocas palabras Parsons escondiendo
en su teoría social al grupo dominante que impone sus intereses y ejerce poder
efectivo en realidad con una serie de instrumentos y mecanismos de manipulación
y control y represión.
En suma no dice Talcott Parsons que son los seres
humanos agrupados en minoría con poder económico y social y cultural y con fuerte
e irrevocable vocación de dominio los que hacen el SISTEMA SOCIAL Y POLÍTICO de acuerdo a sus intereses, y eso se
puede comprobar en cualquier parte del mundo y en cualquier momento de la
historia y no me demoraré en demostrarlo porque una simple compulsa me dará la
razón absolutamente.
Y es que toda esta
argumentación científica parsoniana amparada en la Teoría de los Sistemas, no es otra cosa que el ocultamiento y
maquillaje de la RACIONALIDAD DOMINANTE
imperante siempre, la sociedad no existe sin seres humanos y dentro de los
seres humanos hay grupos con poder económico y/o político y/o cultural y/o
religioso y/o social, etc., que siempre impondrán su RACIONALIDAD DOMINANTE tal como se verifica en cualquier momento de
la historia universal hasta la fecha.
A estas alturas de mi
argumento, creo que está claro y probado lo que afirmé en otro envío en el
sentido que Max Weber sigue
venciendo con su esclarecido y reconocido concepto de poder político, abonando la teoría
de la acción con pretensiones teleológicas tal como lo define Jurgen Habermas.
Y sobre el concepto de
poder en Weber (Macht) y sobre Hannah Arendt y su concepto del poder
(Gewalt) y sobre el norteamericano Talcott
Parsons y su lectura del poder escribe
el filósofo germano Jurgen Habermas
lo siguiente:
“Pero esto cabría entenderlo en el sentido de que Macht y Gewalt son solamente dos aspectos de un mismo ejercicio de la
dominación política. Macht
significaría entonces la movilización del asentimiento de los miembros de una
comunidad para los fines colectivos, es decir, la disponibilidad de los
miembros para respaldar a la dirección política; mientras que Gewalt significaría el disponer de
recursos y de medios de coacción en virtud de los cuales una dirección política
puede tomar e imponer decisiones vinculantes para realizar los fines
colectivos. Y esta idea es la que inspira de hecho el concepto (pag. 206) de
poder desarrollado en el marco de la teoría de sistemas. Talcott Parsons
entiende el ‘poder’ como la capacidad general de un sistema social para
‘conseguir que se haga lo que hay que hacer en interés de los fines
colectivos’. La movilización del asentimiento genera un poder que, si se hace
uso de los recursos sociales puede ser transformado en decisiones vinculantes.
Parsons puede dar cobijo bajo un mismo concepto de poder a lo que Hannah Arendt
opone entre sí como poder (Macht) y poder instrumental (Gewalt) porque entiende
el ‘poder’ como propiedad de un sistema que se comporta frente a las partes que
lo integran según el mismo esquema con que lo hace el agente ‘racional con
respecto a fines’ frente al mundo externo: ‘He definido el poder como la
capacidad que tiene un sistema social de movilizar recursos para conseguir
fines colectivos’. Es decir, que Parsons repite en el plano de unas categorías construidas
en el marco de la teoría de sistemas la misma idea teleológica del poder (poder
como potencial para la realización de fines) que Max Weber sustenta en el plano
de la teoría de la acción. En ambos casos se pierde lo específico que distingue
la discusión que concuerda voluntades del poder ejercido instrumentalmente
(Gewalt). La fuerza generadora de consenso de una comunicación que busca el
entendimiento se opone a este poder instrumental porque el acuerdo, cuando se
lo busca en serio, es un fin en sí mismo, y no puede ser instrumentalizado para
otros fines.” (pág. 207, ‘11. Hannah Arendt’
en ‘Perfiles filosófico-políticos’ de Jürgen Habermas, editorial Taurus,
versión castellana de Manuel Jiménez Redondo, traducido de la tercera edición
alemana, aumentada, España 2000)
Tenemos que converger con
Habermas (aunque lo dice muy
tímidamente y excesivamente elegante y en puntillas conforme se puede leer en
la cita ut supra) en que la generalidad sociológica parsoniana de su estructural-funcionalismo basado en la Teoría de los Sistemas es globalizante
y envolvente, mezclando torpemente y sin elegancia ni menos finura académica
los conceptos de poder de Weber (Macht) y de Arendt (Gewalt), cuando en verdad, tal como adelanté: Talcott Parsons con (su insubstancial y
pura terminología sin referentes reales y materiales) su Teoría de los Sistemas enfundados y fundados en su estructural-funcionalismo
quiere ocultar y maquillar y justificar acciones sociales dominantes de EE.UU.
como cuerpo internacional del ‘Sistema-Mundo’.
Y es que su concepto de sociedad y de poder de Talcott Parsons
es absolutamente reaccionario en extremo y que oculta hasta posturas,
posiciones y decisiones fascistas terribles y demoledoras de dominio no solo
interno sino internacional como el que ejerce EE.UU., por ejemplo contra las minorías
raciales e inmigrantes dentro de su territorio, y su posición intervencionista
sin tasa ni medida en el mundo entero como es de público conocimiento y hasta
de estudio y de repudio también.
Talcott Parsons es el típico intelectual
y catedrático cerebral que se acomoda a los requerimientos de la racionalidad
política dominante norteamericana, como que fue celebrado catedrático y
director del programa académico de sociología de la Universidad de Harvard por décadas y por cierto, alabado como
eminencia por el sistema político dominante norteamericano, que más podíamos
esperar si no es justificación de la intervención política y hasta militar de
EE.UU. en todo el mundo.
La Teoría de los Sistemas aplicada a la sociología en el estructural funcionalismo parsoniano es
absoluta y profundamente reaccionaria y diría hasta DARWINISTA SOCIAL o sea una teoría perfectamente liberal y
neoliberal justificante del poder del señor de horca y cuchillo sin más ni más,
ya que si se aplica dicha teoría a la interpretación de todo el universo humano
pues el SISTEMA SOCIAL MUNDIAL SOLO SE
ARREGLA y así se justifica repito la posición de ‘Gendarme mundial’ de los EE.UU., como de todos es conocido hoy: Talcott Parsons entiende el ‘poder’ como la capacidad general de un
sistema social para ‘conseguir que se
haga lo que hay que hacer en interés de los fines colectivos’ o sea EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS: si se
tiene que matar o exterminar o torturar o censurar o asesinar pues esto está
muy bueno toda vez que con eso se ha conseguido que se haga lo que hay que
hacer en interés de los ‘fines
colectivos’ y por cierto Nixon, Bush
padre e hijo, Ronald Reagan, Clinton
y Obama aplauden dicha teoría parsoniana de hecho.
Habermas y Arendt
y su concepción romántica del poder, Max
Weber y su concepto teleológico impecable en el análisis del poder político y Talcott Parsons como justificador de la racionalidad dominante que
impone su poder político en SU SOCIEDAD
echándole la culpa a la ‘sociedad’
que solita y ante sí y de por sí se AUTORREGULA,
vale decir la ‘mano invisible’ del viejo
Adam Smith es la que arregla todo a
favor del grupo dominante político,
léase: no hay asesinos ni torturadores ni bombarderos ni golpistas ni nada,
solo la ‘sociedad’ es la responsable.
El Darwinismo social en papel de
regalo.
Lima, 12 de marzo del
2014
Jaime Del Castillo
Jaramillo
Abogado egresado de la
U.N.M.S.M. con más de 20 años de ejercicio profesional y cuenta con estudio
jurídico abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio profesional;
periodista, fundador y director del programa radial y televisivo ‘Yo, Sí Opino’
(censurado en TV y cerrado cinco veces en radio); Maestría en Ciencia Política
con la tesis “Pensamiento Político peruano insuficiente y epidérmico causa de
nuestro subdesarrollo político”; Post Grado internacional en Ciencia Política
otorgado por la UCES - Universidad Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos
Aires-Argentina graduado con la tesis: “Crisis terminal de los Partidos
Políticos en el Perú”; catedrático universitario de ‘Historia del Pensamiento
Político”, “Filosofía Política”, “Metodología de la investigación en Ciencia
Política”, “Realidad Nacional”; “Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.;
blogger, comunicador social, articulista y conferencista.
Fundador, ideólogo y
Presidente de “Foro Republicano”
http://fororepublicanoperu.blogspot.com
@jaimedelcastill
yeagob2@gmail.com
https://www.facebook.com/jdelcastillojaramillo
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